5 de marzo de 2008

mujeres. Cap 12

El avión aterriza sin novedades en el aeropuerto de Arica. El ajetreo del desembarco y el movimiento típico del aeropuerto me ayudan a olvidar las cosas que dejamos atrás, aunque sólo sea por un tiempo corto. Una brisa tibia despeina nuestros cabellos cuando salimos del edificio principal mientras el aire de mar inunda mis pulmones. Nos registramos en un hotel, no muy caro, pero acogedor. Del tipo que ocuparías en un viaje de negocios o en un fin de semana lejos de casa.


Comienza la media tarde y nosotras ya estamos bajando a la piscina del Hotel, dispuestas a descansar un poco del agotador viaje. Caminamos seguras de nuestra belleza. Las miradas de los hombres presentes no se hacen esperar y, mientras te tiendes cuan larga eres junto a la piscina, yo saco el bronceador y comienzo a untártelo en la espalda.

- Amor, por qué no te desamarras el bikini? Se te puede manchar. – Te digo, en voz alta, para que puedan oírnos.
- Desamárramelo tú, por favor.
- Mejor sácatelo, para que el bronceado quede parejo.

Te sacas el sostén sin pudor, revelando gran parte de tus atributos. Las miradas atónitas del público presente se fijan en tus pechos cuando yo unto bronceador sobre ellos. Te acercas, me abrazas y me besas. Comenzamos a jugar como dos niñas despertando a la sexualidad. Un empleado del hotel se acerca a nosotras, es jóven, no más de 25 años, su rostro está completamente ruborizado.

- Discúlpenme señoritas. – Dice, despues de aclarar su garganta.
- Dime? – respondes, antes de reir por las cosquillas de mi lengua en tu cuello.
- Hay algunos huéspedes que se sienten de alguna manera pasados a llevar con sus muestras públicas de afecto. Sería posible que, de alguna manera, se moderaran?
- Mmm… Está bien, pero con una condición – Dices. Tu mirada revela segundas intenciones
- Cual sería esa? – Responde el botones, algo dubitativo.
- Quiero que subas a nuestra habitación hoy en la noche.
- Pero eso es en contra de las políticas del establecimiento.
- Entonces seguiremos en lo que estábamos
- Está bien. Haré lo posible. – El botones da media vuelta y se va. Notoriamente molesto.
- Es él.
- Cómo?
- Nuestro contacto, es él.
- Contacto? Qué contacto?
- Más tarde te lo explico. Por ahora déjame broncearme un poco.

Te acomodas en la silla y cierras los ojos para tomar una siesta, yo tomo un libro que había traido y me pongo a leer, pero lo que dijiste sigue dando vueltas en mi cabeza. Después de un rato, me tiendo junto a ti en una silla y me dispongo a dormir.

El mismo empleado me despierta bruscamente de lo que, hasta el momento, había sido un sueño perfecto. En su defensa me aclara que es hora de cerrar la piscina y despejar el área. No te veo por ninguna parte. Asumiendo que estás en la habitación, entro al hotel y me acerco al ascensor. El botones, que me ha estado siguiento, se detiene detrás de mí.

- Tenemos que hablar
- Perdón?
- Espérenme al amanecer en la salida de Arica hacia el desierto – Da media vuelta y se va.

El ascensor abre sus puertas y entro en él. Llego al décimo piso, donde está nuestra habitación. Me acerco a la puerta, deslizo la llave en la chapa y entro.

- …No te preocupes, ahí estarán. El cargamento es nuestro.
- Amor?

1 comentario:

Menedil Son of Valandil dijo...

Parte 13!!!

Y de ahi dare mi moraleja xD